En silencio nuestros cuerpos comparten sensaciones magnificas, corrompiendo la tranquilidad de nuestras almas con melodías que paladean los labios incandescentes de deseo por probar mas y llagar cada vez más lejos, es cuando la mirada deja de ser sencilla y comienza a desplazarse a través de la unión de no solo cuerpos de carne y hueso, si no de dos almas encontradas explicándose que se aman.
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