lunes, 29 de octubre de 2012


La felicidad.

Los humanos buscamos “la felicidad”.Ser feliz es el deseo más fuerte de las personas,todo el mundo habla de ella, todos la desean, todos la esperan, pero:¿Qué es la felicidad?¿Es un placebo para el dolor?¿Es un mito?¿Es algo inalcanzable?¿Es conseguir lo que cada uno desea?
Un diccionario dice: “la felicidad es el estado de ánimo que se complace con la posesión de un bien”.
Yo digo: “la felicidad está cercana a un estado de equilibrio y armonía donde nada falta y nada sobra porque sentimos que tenemos todo para estar vivos”.
El humano pasa toda su vida buscando la felicidad, muy pocos dicen hallarla, algunos dicen que todavía no la han encontrado, otros hablan de la felicidad en tiempo pasado, en su infancia, añorando algo que tuvieron y que en la actualidad ya no poseen o les es esquivo, muchos la esperan para más adelante, otros dicen que la hallarán en otra vida futura.Todos la deseamos, pero la realidad nos muestra que la felicidad no es un acto de nuestra voluntad, no podemos decir “quiero ser feliz y serlo”, podemos buscarla, podemos esperar que se concrete, pero no podemos tomarla como lo haríamos con una fruta, porque la felicidad no solo depende de lo que nos pasa en nuestro presente sino también de las circunstancias de nuestro pasado que modifican nuestro presente, ambos condicionan nuestra felicidad actual.
Lo que no podemos negar es el deseo de ser felices, la creencia de que la gente elige ser feliz o infeliz es errónea, son las circunstancias las que la determinan.
Actuamos en el presente condicionados por lo que ocurrió en nuestro pasado, y la felicidad del presente también está relacionada con la felicidad de nuestro pasado.
Somos una construcción viva que se desarrolla en el tiempo, donde intervienen el pasado y el presente.Al principio nos construyeron otros, nuestros padres y luego nos construimos nosotros mismos, en soledad, en una especie de autogestión individual.
 Si bien tenemos la capacidad de reparar aquello que nos perjudicó, y volver a nuestro pasado con la mente para entender qué paso o escapar de lo que nos hizo daño olvidando, también tenemos la memoria que guarda todos los hechos anteriores y nos alerta del peligro, trayéndonos al presente lo ocurrido antes.
Son tantas las circunstancias que intervienen en la construcción de cada individuo para acercarlo o alejarlo de la felicidad que intentar una receta sería ridículo, pero algo podemos hacer: “reconocer los caminos para hallarla”.
Puedo afirmar que la felicidad está mucho más cerca de lo que suponemos.
Ocurre que los humanos “estamos tan preocupados por resolver lo que ocurre en nuestro presente que olvidamos que el futuro se construye con presentes que vendrán y que el pasado también se construyó con presentes que ya no están”.
¿Pero y la felicidad?¿Será el amor lo que lleva a la felicidad?Ese todo es “el amor”, lo digo categóricamente, “el amor correspondido” es el sentimiento más cercano a ese estado “donde nada falta y nada sobra”.
Podría decir que amor y felicidad son sinónimos.
Los culpables de la confusión son algunos humanos que manipulan tanto el amor como la felicidad buscando sacar provecho de ello.El amor y la felicidad no se compran, no se venden, tampoco son privilegios de nadie, todos los pueden gozar, solo hay que saber buscarlos.
Juan Carlo Antico.

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