miércoles, 7 de marzo de 2012



Duele amar a alguien y no ser correspondido, pero lo mas doloroso es amar a alguien, y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona lo que sientes.
Tal vez debemos conocer a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin, cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo. Una de las cosas más tristes de la vida es cuando conoces a alguien que significa todo y solo por darte cuenta que al fin no es para ti y lo tienes que dejar ir.
Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos. 
Darle a alguien todo tu amor nunca es seguro de que amarán de regreso, pero no esperes que te amen de regreso, solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo.
Hay cosas que te encantaría oír, y que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sordo para no oír las de aquel que las dice desde su corazón.
Nunca digas adiós si todavía quieres tratar, nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando. Nunca le digas a una persona que ya no la amas si no puedes dejarla ir.
El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado, a aquel que aun cree, aunque antes haya sido traicionado, aquel que todavía necesite amar, aunque haya sido lastimado y aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo

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